Williar, una familia con un extenso

legado de líderes inigualables

Los miembros de la familia Williar juran lealtad a su país

antes de tener edad para empuñar una espada, y es tradición que se sometan a una rigurosa educación y entrenamiento militar.

Sus movimientos letales y su excelente capacidad de mando

han abrumado a sus enemigos en muchos campos de batalla.

Nunca muestran sus emociones, ni se deleitan con el fragor de la batalla.
Solo muestran una actitud fría y despiadada que devora a sus enemigos como una llama furiosa.

Un día,

se nombró comandante en jefe
de toda la frontera

a otra general de la familia.

Una llama que nunca se apaga.

Con su gloriosa capa ondeando a su alrededor, su solemne presencia

hace que todos observen con asombro a su paso.

«El mundo no conocerá la paz mientras existan diferentes creencias.
Teñiré el mundo de color carmesí... y nunca se desvanecerá».

No le importa lo que piensen los demás.

Sus ojos sólo se preocupan por las banderas rojas que se alzarán frente a ella.