❖ El primer cuento ❖
Historia de Janghwa y Hongryeon
- Una tragedia de dos hermanas -

En la región de Cheolsan, la mujer de Bae Muryong tuvo un sueño donde una flor se transformaba en un hada e iba a hablar con ella. Tiempo después, la mujer dio a luz a Janghwa y, dos años después, a Hongryeon.

Janghwa y Hongryeon crecieron agraciadas de belleza, talento y el amor de sus padres hasta que su madre murió inesperadamente por una enfermedad. Su padre, tras pasar el luto, se casó con otra mujer llamada Heo.

Heo no contaba con el aspecto agraciado de la madre de las niñas ni tampoco con una personalidad agradable pero, aun así, le dio a Bae Muryong tres hijos varones. Tan pronto nació el primero, quedó claro que Heo despreciaba a las niñas del matrimonio anterior de su marido y no se molestó en ocultarlo desatendiéndolas por completo.

Años después, cuando Janghwa alcanzó la edad adecuada para casarse y se comprometió, Bae Muryong le dijo a su mujer que preparara una dote a la altura para la boda. Sin embargo, Heo era una mujer tremendamente codiciosa y no tenía ninguna intención de desprenderse de parte de su riqueza, por lo que prefirió centrar sus esfuerzos en buscar una forma de librarse permanentemente de su hijastra.

Junto a su hijo Jangswe, Heo preparó una trampa a Janghwa para acusarla de un crimen que no había cometido y la joven, superada por la vergüenza y el dolor, se tiró a un estanque, donde se ahogó.

Jangswe volvió a su casa tras ser testigo del suicidio de su hermanastra pero, por el camino, se topó con un tigre que le arrancó las orejas, un brazo y una pierna. Las heridas de su hijo no hicieron más que intensificar el odio que Heo sentía por su otra hijastra, Hongryeon.

La joven Hongryeon no pudo soportar la noticia del suicidio de su hermana y decidió seguir sus pasos en el mismo estanque, rota de dolor.

Las almas en pena de las dos hermanas intentaron contactar con el recientemente nombrado alcalde de Cheolsan para limpiar sus nombres, pero el pobre hombre se murió del susto al verlas, destino que más tarde también compartió su sucesor.

No sería de extrañar que nadie quisiese el puesto después de tales sucesos pero, curiosamente, un joven llamado Jeong Dongu se ofreció voluntario para el cargo y, tras escuchar los testimonios de las hermanas, reabrió la investigación y descubrió el complot que habían montado Heo y su hijo contra ellas.

Tras desvelarse la verdad de lo sucedido, el alcalde Jeong Dongu mandó a castigar a Heo de forma muy severa y las hermanas pudieron, por fin, descansar en paz. Pasaron los años y Bae Muryong volvió a casarse, esta vez con una mujer llamada Yoon, con la que tuvo dos hijas gemelas con las que vivieron felices para siempre.

❖ El segundo cuento ❖
Historia de Seodong
- Un amor conectado por una canción -

En un estanque al sur de la capital de Baekje, una mujer se enamoró de un dragón y ambos tuvieron un hijo llamado Seodong.

El joven decidió viajar a la capital, donde se dedicó a regalar ñames a los niños mientras les enseñaba una canción que había compuesto, a la que llamaba la «La canción de Seodeong».

La letra de la canción sugería que la princesa Seonhwa estaba saliendo con Seodong y no tardó en hacerse popular en toda la capital. Cuando llegó a oídos del rey, este montó en cólera y exilió a su hija a un lugar lejano.

De camino a su destino, la princesa se topó con Seodong y este se ofreció a acompañarla durante la travesía y fue poco a poco empezando a sentir algo por él. Lo cierto es que Seonhwa no tenía ni idea de que ese joven tan galán había sido quien había compuesto la canción y no llegó a enterarse hasta mucho tiempo después.

Cuando ambos confirmaron su amor y decidieron vivir juntos, Seonhwa le ofreció a Seodong que vendiesen un lingote de oro que su madre le había dado antes de partir, pero Seodong, ante la sorpresa de la princesa, empezó a partirse de risa preguntando que qué era esa cosa brillante.

Seonhwa le explicó que el oro era un metal extremadamente valioso que les permitiría tener una vida cómoda durante siglos, ante lo que Seodong le respondió: «Anda, pues en mi tierra me tengo encontrado montones de esas cosas mientras recogía ñames».

La princesa, aún más sorprendida que antes, le sugirió a su amante que le enviasen todo ese oro a sus padres.

Seodong, por supuesto, aceptó sin reservas, y le pidió a un conocido monje del monte Yonghwa que usase su misterioso poder para transportar todo ese oro al palacio.

Así, gracias a los poderes del monje, la pareja consiguió mandar todo el oro a los reyes junto a su carta de su hija. Este gesto cautivó el corazón del rey Jinpyeong, quien aceptó a Seodong en la familia. Años después, el anteriormente vendedor de ñames ascendió al trono del reino.

❖ El tercer cuento ❖
La Historia de Jigwi (en la Historia de Seodong)
- Un amor platónico que se tornó en un deseo verdaderamente ardiente -

En uno de sus viajes por la capital

vio pasar a la reina Seondeok.

y dicha aflicción empezó a repercutir en su salud.

Así, la reina ordenó a uno de sus sirvientes que hablase con el hombre para que la esperase frente al templo.

Jigwi fue inmediatamente a la entrada del templo a esperarla pero, como la reina tardaba mucho con sus rezos, se quedó dormido.

La reina se quitó su brazalete, se lo dejó y se marchó.

Así, consumido por las llamas de su amor ardiente, el hombre se transformó en un espíritu de fuego.

El pobre Jigwi se dedicó a vagabundear de un lado a otro, prendiéndolo todo a su paso y sembrando el terror entre la población.

Dicho hechizo tenía el poder de hacer desaparecer al espíritu de su vista, por lo que todo el mundo dejó de verlo poco después.

Pregunta: ¿Qué recibió la princesa Seonhwa de su madre?

１．Ñame
１．Un poder misterioso
３．Dinero en efectivo
４．Un lingote de oro

¡Elegiremos a 10 aventureros de entre los participantes
que dejen respuestas en los comentarios!

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